Desviado de las puertas de Adamei

Las necesidades humanas han perdido su valor natural desde que nos encontramos a los Yoes impertinentes. hemos trivializado cada sentimiento, cada emoción, cada sueño, en un conjunto de argumentos usados por los mas comunes de los mortales.... nos hemos mancillado a conciencia....
¡Por fin!
quiero continuar el camino de aquel viejo Adamei de otros tiempos, el que pudo hacer de sus fantasías, lo tangible, lo asequible, lo cognitivo; y me veo en la obligación después de un pequeño malentendido con San Google, de continuar por caminos sinuosos. y encontrar la superación.
todo lo que aquí se diga, por lo tanto, no debe tomarse en serio, porque, como bien le dije una vez, no se lo que soy, pero el rótulo que más me sienta, es el de mentiroso. con esto no quiero decir que no deban apreciar mis exposiciones, ya que verán, que un embustero bien encarado, vale más que la verdad servida en un vaso.

El Adamei que se manifiesta esta noche, es el bufón, pero no aquél que escribe canciones sobre un par de senos en un día soleado en la playa, sino aquél bufón de antaño, casí melancólico, que divertía a los monarcas con la retórica más astuta, para sacar un provecho. Fino y educado, como un inglés, en su tercer Earl Grey helado.

No me detuve a leer mis hechos, sólo quiero terminar y salir de aquí, para conducirlos otra vez hacia las verjas... Back at the gates of Adamei...