Al fin concluyó, la parodia de su nombre estaba impresa e impoluta, pero se veía algo ácida. Inspiró profundamente, y suspiró su pensamiento.
— Sí, me fascina el olor de la tinta.
— Pero Marqués… eso… ¡eso es sangre!
Si ya me conoces, estás equivocado... si no me conoces, lo estarás. y es que soy tantos, que no me encuentro un nombre... para tí soy Adamei, y si llegaste de casualidad, extiende la mano y toca lo que te ofrezco, que hara de la ambrosía, la hiel que los dioses te han confiado.
2 comentarios:
Al fin la puta q lo pario... re interesante como siempre :)
Viva El Marquez de Sade!..Genio eterno loco..Q emosion leerlo aca man..Ahora si lo firmo, che..Jjeje
Joa
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