domingo, 21 de febrero de 2010

La firma (microrrelato)

     “Me encanta el olor a tinta”, pensaba, mientras el surco de la pluma escupía, una a una, las líneas dictadas por el instrumento que de la mano era dueño. Curvas entrecruzadas, y, para el espanto natural, algunas disfrazadas y forzadas rectas, que no hacían más de lo que hacen en realidad, servir de apoyo.
      Al fin concluyó, la parodia de su nombre estaba impresa e impoluta, pero se veía algo ácida. Inspiró profundamente, y suspiró su pensamiento.
      — Sí, me fascina el olor de la tinta.
      — Pero Marqués… eso… ¡eso es sangre!

2 comentarios:

Mazzi dijo...

Al fin la puta q lo pario... re interesante como siempre :)

Anónimo dijo...

Viva El Marquez de Sade!..Genio eterno loco..Q emosion leerlo aca man..Ahora si lo firmo, che..Jjeje
Joa